Los grandes estudios de Hollywood son como los gánsters de antaño que quieren ganar mucho dinero y a la vez tener respetabilidad, explicó en Madrid el actor Robin Willians, el inolvidable intérprete de "Señora Doubtfire".
El actor ha sido candidato al Oscar en tres ocasiones, por "Good Morning Vietnam", "El club de los poetas muertos" y "El rey pescador", pero no se ha llevado ninguno porque "conseguir un Oscar es tan difícil como besarse uno su propio culo y yo no soy tan flexible"
Williams, que llegó a Madrid para promocionar su última película "Una jaula de grillos", señaló que "es un orgullo haberme encontrado entre candidatos como Anthony Hopkins, eso emociona; pero nunca he llegado a tocar al chico de oro, aunque quizás si interpretase a un minusválido, alcohólico y prostituído lo tendría más fácil, o a lo mejor me lo dan cuando tenga 94 años", comentó.
Una entrevista con Robin Willians es asistir en directo a un 'show' donde cada respuesta está salpicada de muecas, gestos, expresiones altisonantes e imitaciones varias, todo fuera de la norma, cargado de ironía, Willians pasa en un instante de poner voz de viejo a imitar a un productor de Hollywood o a reírse de sí mismo y del mundo.
"Una jaula de grillos", que se iba a estrenar el día 26 de abril en España, es la adaptación de la primera entrega de la trilogía franco italiana "La jaula de las locas" protagonizada por Ugo Tongnazzi y Michael Serrault en 1978, y que narra las peripecias de una pareja de homosexuales maduros propietarios de un club nocturno que desarrollan su vida dentro de su particular normalidad.
En la adaptaci├│n americana realizada por Mike Nichols, Robin Willians es Armand el due├▒o del local, y Nathan Lane su compa├▒ero sentimental Albert, la superestrella del bar de 'drag queen' que regentan.
Los problemas surgen cuando la pareja debe enfrentarse a la boda del hijo de Armand, al que ellos siempre han cuidado, con la hija de un senador ultraconservador, lo que convertirá el encuentro entre ambas familias en una auténtica comedia de situación en el más puro estilo.
A Robin Williams le habían ofrecido el papel de Albert, el más amanerado y más loco de la pareja, pero él prefirió encarnar a Armand porque "requería una interpretación más sobria, más difícil, es un humor más seco donde no encajan los gestos extravagantes".
Robin Williams, que se muestra halagado de pertenecer al club de "las cinco caras más activas del cine", por sus excesivas interpretaciones en filmes como "Good Morning Vietnam" o "El rey pescador", prefirió encarnar a Albert porque ha llegado dice el momento de enfrentarse a personajes "más adultos porque soy un actor de carácter y prefiero personajes que transmitan emoción y humanidad".
"Pero me halaga estar en el club de Jim Carrey o Jerry Lewis, por ser lo contrario a tipos como Steven Seagal o Silvester Stallone, que ponen la misma cara pase lo que pase en el gui├│n", agreg├│.
"Una jaula de grillos" es una película hecha para entretener, pero también puede servir, dice Williams, para "ayudar a quitar el estigma que los homosexuales tienen en Estados Unidos. Un amigo mío dice que todas las familias son disfuncionales y esta película muestra una familia de gays que se comportan dentro de su normalidad, no es una pareja que asuste. Además la película no insiste tanto en la sexualidad de los personajes como en sus emociones".
El hecho de que actores como Jim Carrey consigan 20 millones de dólares por película es algo que a Williams no le sorprende, se trata, dice, de estrategia de mercado.
"En Hollywood si encuentran un filón lo explotan, y siguiendo la pista del público están dispuestos a probar cualquier cosa, tanto del cine independiente, como ocurrió con Tarantino, como de películas menores como "Babe", explicó , para luego añadir irónicamente "seguro que a Carrey no le pagarían eso por interpretar a Hamlet".